- La violeta africana o Saint Paulia posee, entre sus características, una floración que dura casi todo el año. Sus hojas son de color verde brillante, forman un bonito conjunto con las flores, por lo general numerosas, de variados colores (azul, rosa, rojo, blanco).
Ubíquela en un sitio umbroso, habiendo puesto en la maceta un sustrato a base de turba, tierra de brezo y perlita o arena. Tenga en cuenta que la temperatura ambiente ideal para su desarrollo es entre los 15 y 25º C, ya que por debajo de estas marcas térmicas las hojas adquirirán un tono verde pálido y sus bordes se ondularán. Evite las corrientes de aire y riéguela moderadamente con agua templada; nunca fría. Es conveniente que los riegos sean frecuentes y cortos.
La multiplicación por semilla no presenta inconvenientes, sin embargo, el método más empleado es por hoja. El procedimiento es muy sencillo: corte una hoja grande con su pecíolo e introdúzcala en un sustrato a base de turba y perlita. Manténgala en un ambiente de temperatura elevada y húmedo, pero sin exceso de agua; lo ideal es colocar la maceta sobre el radiador para lograr las condiciones mencionadas.
Si todo marcha bien el enraizamiento tendrá lugar al cabo de tres semanas, aproximadamente. Luego traslade la hoja enraizada a una maceta de 5cm de diámetro, una vez que la planta se haya desarrollado, colóquela en el recipiente definitivo, que, generalmente, deberá tener entre 8 y 10 centímetros de diámetro.
Respecto de las plagas, protéjala de los pulgones y las cochinillas, que son sus principales enemigos.